¿Quién le iba a decir a este joven valiente que al tirarse al agua ese día iba a llevarse una bonita e impactante sorpresa?
¿Sería un mero? ¿Un pulpo gigante? ¿Los restos de un barco hundido? ¿Un cadáver?….
Nada de eso. Un curioso tiburón es la respuesta correcta. Debemos decir que el joven saltador, no nadó más rápido porque no tenía más brazos…