Se os hará extraño que en Ripping hablemos de libros, si no están dedicados al mundo de las tablas. Pero como el verano está siendo bastante rarito y las previsiones meteorológicas auguran nuevas tormentas y lluvias para los siguientes quince días, creemos que es una buena excusa para hablar de otros libros.
Hace unos días nos abandonó una gran dama del cine, Lauren Bacall, que junto a su pareja (dentro y fuera de las pantallas) Humphrey Bogart, protagonizaron durante los años 40 y 50 algunas de las mejores películas de serie negra. Así, el gran Bogart hizo del detective Philip Marlowe en El sueño eterno y El largo adiós, ambas cintas basadas en las novelas de Raymond Chandler.
Marlowe, detective privado creado por el gran novelista, se define a sí mismo de esta manera en la novela El Largo Adiós (1953): «Soy un investigador privado con licencia y llevo algún tiempo en este trabajo. Tengo algo de lobo solitario, no estoy casado, ya no soy un jovencito y carezco de dinero. He estado en la cárcel más de una vez y no me ocupo de casos de divorcio. Me gustan el whisky y las mujeres, el ajedrez y algunas cosas más. Los policías no me aprecian demasiado, pero hay un par con los que me llevo bien. Soy de California, nacido en Santa Rosa, padres muertos, ni hermanos ni hermanas y cuando acaben conmigo en un callejón oscuro, si es que sucede, como le puede ocurrir a cualquiera en mi oficio, y a otras muchas personas en cualquier oficio, o en ninguno, en los días que corren, nadie tendrá la sensación de que a su vida le falta de pronto el suelo».
Bajo la piel del duro y bebedor detective privado, Marlowe, se esconde un individuo contemplativo y filosófico, que adora el ajedrez y la poesía. A pesar de no tener miedo al dolor físico, no usa la violencia para ajustar cuentas. Su moral le permite resistir el hipnotismo de las femme fatales. Estas son otras definiciones que encontramos del investigador privado.
Hasta aquí, nada nuevo. Es muy posible que hayáis leído alguno de estos libros o que hayáis visto alguna de las pelis.
La novedad radica en que este mismo año ha vuelto a editarse un libro con el personaje de Philip Marlowe. Se trata de La rubia de ojos negros, de Benjamin Black (Editorial Alfaguara). La resurrección del mítico detective ha sido posible gracias a que los hijos del novelista confiaron en Benjamin Black para que éste lo hiciera protagonista de una nueva novela negra con peligrosas aventuras.
Las críticas han sido excelentes, y os podemos garantizar que la lectura del libro ha sido apasionante.
