José María Cabrera tiene un don especial para el surf. Todo le sale fácil y juega con la potencia del que se sabe tocado por la suerte del dios Neptuno. Sumbawa es el destino, el resto es belleza.
José María Cabrera tiene un don especial para el surf. Todo le sale fácil y juega con la potencia del que se sabe tocado por la suerte del dios Neptuno. Sumbawa es el destino, el resto es belleza.