Hay historias de superación que te ponen la piel de gallina; historias en las que te entran ganas de pillar a sus actores y darles un abrazo eterno, no por su esfuerzo diario de superación, sinó por la fuerza que muestran ante las adversidades y la lucha continua para seguir haciendo camino.
Martín Passeri es un surfer argentino que competía en el nacional de su país. De camino hacia el agua se detiene a hablar con un joven en silla de ruedas: se trata de Nicolás Gallegos, que tuvo un accidente a los 18 años y quedó parapléjico, poniendo freno a su ilusión de ser surfista.
Lo bueno de esta historia es que Martín se mete un baño con Nicolás, que los jueces le expulsan de la competición, pero la sonrisa eterna de estos actores de una vida real, es contagiosa.
La vida no es más que aquellos momentos en los que la adrenalina fluye y eres feliz. Martín no ganó la competición, pero se ha ganado nuestros corazones para siempre.