El fotógrafo americano Michael Dyrland ha querido reflexionar sobre un posible futuro, quizás ya no muy lejanos, en el que será imposible bañarse en las aguas de mares y océanos si no es con la protección de trajes aislantes especiales.
Si hacemos caso de sus predicciones, en unos 20 años las playas acumularán tal grado de toxicidad, que surfistas y bañistas deberán protegerse a la hora de meterse en el agua.
¿Cómo llego a este pensamiento? Parece ser que después de una noche de lluvias en Washington, Michael preguntó a sus amigos sobre cuándo podrían irse a la playa a hacer un poco de surf. Sus amigos lo tacharon poco más que de loco e irresponsable, explicándole que con las lluvias, los residuos y las basuras llegan hasta las playas y ensucian arenas y aguas.
Por ello, para favorecer la reflexión social, realizó una serie de fotografías tomadas en las playas, con personas vestidas con trajes aislantes. Su idea es seguir tomando nuevas fotos en otros enclaves costeros. Posiblemente después de Estados Unidos su próxima parada será Río de Janeiro.
Añadimos nuestro pequeño grano de arena: la contaminación no sólo está causada por las emisiones tóxicas de las grandes empresas. Al finalizar un día de playa es fácil ver en las playas restos de cigarrillos, plásticos de bebidas refrescantes, papeles y bolsas, botellas de vidrio… ¡¡¡Eso es cosa nuestra!!!