Nos despertamos cada día con ganas de sentir, saborear, oler. Nos alimentamos de recuerdos. Siempre la misma película en la cabeza, esa fracción de segundo, cuando se termina todo, donde el movimiento es perfecto, automático y el corazón se acelera.
Reflexiones de Renê Baldissera mientras patina descalza y nos enseña lo bella que puede llegar a ser la vida.