La mañana del domingo tuvo como protagonista máximo un viento huracanado que arrastraba la arena de la playa, generando una neblina de arena que dificultaba abrir los ojos. En el agua había multitud de surfers luchando contra la corriente y peleando por coger alguna ola buena.
Ayer fue una mañana de luces y sombras en las costas de Barcelona.
Fotografía: David Botello