El verano se ha ido y el otoño llega con puntualidad británica. Colores nuevos se mezclan con frescos aromas de bosque. Las playas vacías juegan con las primeras mareas vivas. Gente con caras serias empieza a correr bajo la lluvia. Los chavales a estudiar. Primeros rocíos y luces viradas invaden el ambiente, mientras las hojas rojas bailan al ritmo del viento en los parkings vacíos de las playas.
La comunidad respira felicidad y esperanza. Parece que, poco a poco, las cosas vuelven a ponerse en su sitio.
Todos sonríen de nuevo en el pico. Nos conocemos, la ilusión está flotando en el ambiente.
Lo que más me gusta del otoño es cuando llega el día en que te das cuenta de que ya ha llegado, siempre sin avisar. Una mañana, al llegar a tu playa, te das cuenta de que todo ha cambiado …todo vuelve a tener sentido.
Tus colegas, tu playa… tus olas… tu choco!!!!
Los perros de los surfistas vuelven a esperar haciendo guardia en la orilla. Los abuelos regresan a los miradores para ver un mar revuelto y los furtivos empiezan a peinar las rocas con poco disimulo y buenas recompensas…
El mundo empieza a rodar y ¡nosotros encantados! ….
LAS PLAYAS VUELVEN A SER NUESTRAS!!!!
Fotografía y texto: Marc Gassó
