Una moto de agua fue sorprendida por una ola en Punta Galea, dada su gran dimensión, en el transcurso del campeonato y fue arrastrada hasta las rocas.
Por suerte, nadie salió malherido, sólo arañazos y contusiones leves. La moto, con un par de toques, tampoco sufrió grandes males. Todo se quedé en un susto.
Ivan Haro